Antiguo apellido castellano de origen toponímico, relativamente frecuente y repartido por España, procedente del topónimo Ureña, despoblado del término municipal de Fuenteguinaldo (Salamanca). El topónimo Ureña es de etimología prerromana y significado desconocido, aunque para algunos filólogos procede de la voz vasca –ureña-, cuyo significado es el de “colina acuosa”, “helechal”. El nombre del lugar de Ureña fue tomado como sobrenombre y después apellido por individuos que eran originarios del mismo. Tuvieron los Ureña antiguas casas en Salamanca y en Fuencarral (Madrid). De la casa de Salamanca descendió Alonso de Ureña, que en 1547 probó hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid. De la casa de Fuencarral descendió Juan de Ureña, que en 1534 probó ante hidalguía ante el mismo Tribunal; su expediente contiene una ejecutoria, dada en 1527, a favor de Diego Fernández de Hurueña y Alejo de Hurueña, sus hijos, vecinos de Barcial. Sus ramas pasaron a La Mancha y Andalucía, y ante la Real Chancillería de Granada probaron su hidalga condición, entre otros: Alonso de Ureña, vecino de Cañete (Cuenca), en 1566; Juan y Gabriel Ureña, vecinos de Aldea del Rey (Ciudad Real), en 1529; Tomás de Ureña Escobar, vecino de Palma Del Río (Córdoba), en 1695, y Beatriz Ureña y sus hijos, de Cazalla de la Sierra (Sevilla), en 1725.
Armas.- El «Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica» recoge en primer lugar: En sinople, dos sables, de oro, puestos en faja y encabados, de plata.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

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