Antiguo apellido de origen toponímico, relativamente frecuente, con sus principales asientos en Alicante, Barcelona, Valencia, Castellón y Baleares. Procede del topónimo Miralles, nombre de un castillo en Vilajuiga (Girona), de un antiguo lugar de la provincia de Lleida y de varias poblaciones menores y montañas. Su étimo, según Moll, es el latín –miracula-, “mirador, atalaya, lugar de vigilancia”. Aparece este apellido ya en la conquista y repoblación de Mallorca y Valencia, una vez ganadas a los moros por Jaime I de Aragón. Pedro Miralles, nacido en Barcelona, fue Comandante y Cabo de una escuadra cuando el citado Monarca puso sitio a Sueca, y Valero Miralles tomó parte en la conquista de Valencia. Levantaron los Miralles casas en Cullera, Llíria (1249), Cocentaina (1290), Catí (1294), Alcoi (1296), Oriola (1300), Valencia (1306), Traiguera (1316), Cabanes, La Jana, Sant Mateu, Dénia (1379), Cinctorres Morella, Castelló de la Plana (1398), Vila-real (1415), Bocairent, Ibi, Morvedre, Pego, Borriana (1421), etc. Mateo Miralles fue armado caballero por el Rey don Fernando “el Católico”, el 15 de marzo de 1493. En Catalunya, según el “fogatge” o censo de hogares del año 1553, tenían casas los Miralles en Agramunt, Vilves, Ossó y Artesa (Lleida); Ulldecona, Tortosa, Alcanar y Lalexar (Tarragona). Antoni Miralles, Ciudadano Honrado de Barcelona (1636), asistió en 1640 a la Junta de Brazos de Catalunya.
Armas.- Unos Miralles, de Valencia: De azur, con un espejo cuadrado, de plata.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

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