Apellido, relativamente frecuente y repartido por España, hallándose sus principales asientos en las Comunidades y provincias de Barcelona, Madrid. León, Córdoba, Murcia, Sevilla, Zamora, Málaga y Cádiz. Procede de lugares llamados Llamas que existen en León y Asturias, cuyo étimo es la voz astur-leonesa –llama-, variante de –lama-, “ciénaga, pradera húmeda”. Tuvieron los Llamas una antigua casa solar en Cangas de Tineo (Asturias), y otra en Pendueles, del Ayuntamiento de Llanes (Asturias). Con la Reconquista, el apellido se extendió por España. Así, caballeros de este apellido se hallaron en la toma de Murcia, donde fueron heredados, fundando casas en las villas de Mula y de Ricote, y más tarde en Vélez-Rubio y Vélez-Blanco, todas ellas en la provincia de Almería. De la casa de Mula (Murcia) fue José de Llamas, Marqués de Menahermosa, Mariscal de Campo y General de los Reales Ejércitos en el Perú. Francisco Blas de Llamas y Escámez, natural de Alhama de Murcia, se cruzó Caballero de la Orden de Carlos III, en la que ingresó en 1807. Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía: Hernando de Llamas, de La Bañeza (León), en 1599; Esteban Llamas, de Cascante (León), en 1816; Antonio de Llamas Robles, de Garaño (León), en 1768, etc. La misma probanza hicieron ante la Real Chancillería de Granada, Ginés y Rodrigo Llamas, de Caravaca (Murcia), en 1586.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge, entre otras: En oro, una hoguera con llamas de fuego, al natural.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

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