Apellido, relativamente frecuente y repartido por toda España. Procede del latín –infans, infantis-, nombre compuesto de –in,- partícula privativa, y de –fari-, “hablar”: “incapaz de hablar”; más adelante se llamó “infantes” a los hijos de los reyes, y a partir del siglo XVI a los soldados que servían a pie. Hubo, por todo ello, antiguas y distintas familias de este apellido en Castilla, La Rioja, Extremadura y Andalucía, algunas de probada nobleza, según lo probaron sus miembros ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada, así como para ingresar en algunas de las antiguas Órdenes Militares. Ante la Real Chancillería de Valladolid lo hicieron, entre otros: Alonso, Francisco, Juan y Pedro Infante, vecinos de Hornillos de Cameros (La Rioja), en 1535, y Diego Infante, vecino de Limpias (Cantabria), en 1589. Ante la de Granada lo hicieron, entre otros: Laureano Infante de Bejarano, vecino de Aracena (Huelva), en 1646; Francisco Infante Bejarano y Arjona, vecino de Écija (Sevilla), en 1765; Rafael Infante y Gil, natural de Écija, vecino de Granada y hacendado en Purchil (Granada), en 1804, y Vicente Infante y Mesa, vecino de Priego (Córdoba), en 1749. En Aragón, según consta en el censo de hogares de 1495, había casas de Infant o Infante en Zaragoza, Huerto (Huesca), Plasencia del Monte (Huesca) y Teruel, con ramas que pasaron al antiguo Reino de Valencia. Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Infante, en primer lugar: En oro, cinco águilas de sable, puestas en aspa.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

Para obtener información sobre cómo conseguir su árbol genealógico familiar visite: www.heraldicafamiliar.com