Apellido, relativamente frecuente y repartido por España (con especial presencia en La Rioja, Madrid, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Murcia, Barcelona, Comunidad de Madrid y Andalucía) procedente, en general, del topónimo Herreros, nombre de poblaciones en Valladolid, Soria, León, etc., cuyo origen está en el antiguo sustantivo castellano –herrera-, “herrería”, que aludía a lugares donde se beneficiaba el mineral de hierro. No obstante, en otros casos, Herreros es la forma plural o familiar de Herrero, antiguo apellido derivado del sustantivo castellano –herrero-, “persona que trabaja el hierro”. Tuvieron los Herreros sus más antiguas casas en tierras asturianas y leonesas, pasando después sus ramas a otros lugares de España. Probaron su nobleza ante la Real Chancillería de Valladolid, entre otros de este apellido: Juan Herreros, vecino de Fresnedos, en 1813; Rosendo Herreros, vecino de Villarcayo (Burgos), en 1824; Tomás Herreros López, vecino de Canales, en 1760, y Domingo, Francisco, José y Juan Herreros de Tejada, vecinos de Laguna de Cameros (La Rioja), en 1751. Igual probanza de nobleza hicieron ante la Real Chancillería de Granada: Andrés, Diego y Miguel Herreros, vecinos de San Clemente (Cuenca), en 1666; Francisco y Joaquín Herreros, vecinos de Quintanar del Rey (Cuenca), en 1762, y Juan Pablo Herreros Marín, vecino de Baños (Jaén), en 1795.
Armas.- Unos Herreros, según el “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”: En sinople, un tambor, de oro.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

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