Apellido, frecuente y extendido por toda España, procedente del nombre medieval castellano Garrido, aplicación onomástica del adjetivo –garrido-, cuyo significado es “lozano, apuesto, robusto”. Hubo, por tanto, distintas familias apellidadas Garrido, no emparentadas entre sí. Según antiguas crónicas, unos Garrido descienden de un noble caballero de la familia de Dios Ayuda, que, como afirma el antiguo tratadista Jerónimo Zurita, poseía el Señorío de la villa de Sos (Zaragoza). Tuvo siete hijos y, según refiere la leyenda, fue con ellos a servir al Rey don Alonso XI de Castilla en la batalla del Salado, en el año 1340. Después de la pelea y llevando sus armas ensangrentadas, Dios Ayuda y sus hijos desfilaron por delante del citado Monarca, el cual, al verlos de aquella guisa, les dijo:»Garridos hijos lleváis», de donde les quedó el sobrenombre de Garrido. Los ocho, por su comportamiento, ingresaron en la Orden de la Banda. Sancho Garrido fue Caballero de la Orden de la Espuela Dorada y tuvo “repartimiento” de tierras en la conquista de Granada. Numerosos portadores de este apellido probaron su hidalguía ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada, así como ante otros altos Tribunales. En la villa de La Rambla (Córdoba) moró una destacada familia de este apellido, y de ella procedió Fernando María Garrido y Portilla, Caballero de la Orden de Carlos III, desde 1796. Armas.- Unos Garrido: De oro, con una banda de gules, engolada en cabezas de dragones de sinople, y acompañada de dos lobos.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

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