Antiguo apellido, relativamente frecuente y repartido por toda España, procedente de la voz castellana –galán-, “bien parecido”, “elegante”, “atento, amable”. Fue, por tanto, inicialmente un apodo o sobrenombre, convertido en apellido por el uso y la costumbre. Hubo, por tanto, distintas casas solares de Galán, no emparentadas entre sí. Varios autores señalan que las más antiguas casas de este apellido tuvieron su origen en el Reino de Aragón, pero se sabe que tam¬bién hubo casas muy antiguas en ambas Castillas, As¬turias, Extremadura y Anda¬lucía. En Aragón figuran casas de Galán ya en el censo del año 1495, y, a partir del siglo XVI, de les documenta en numerosas poblaciones aragonesas. En Castilla, en la localidad de Salas (Burgos) vivía en 1533 Pedro Galán, quien vio reconocida en dicho año su condición de hijodalgo por la Real Chancillería de Valladolid, Tribunal que, en 1830, hizo reconocimiento de hidalguía en la persona de Julián Galán, vecino de Ruente (Cantabria). El mismo reconocimiento de nobleza obtuvieron ante la Real Chancillería de Granada, Esteban y Francisco Galán Duche, vecinos de Cádiz, en 1712, y Francisco Galán Ponce, vecino de El Arahal y Carmona (Sevilla), en 1783, así como Salvador Galán de Valenzuela, vecino de Archidona (Málaga), en 1797. Bernardo Galán Toribio, en el año 1790, aspiraba al cargo de Notario del Santo Oficio de la Inquisición, en Sevilla.
Armas.- Unos Galán trajeron: Escudo partido: 1º., de plata, con tres bandas de azur, y 2º., de gules, con un castillo de oro.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

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