
Este apellido es una variante del muy antiguo apellido Vilallonga, de origen toponímico, tomado del nombre poblaciones como Vilallonga del Camp (Tarragona) o Vilallonga de Ter (Girona). Vilallonga es, según señala Moll en su obra “Els Llinatges Catalans”, la grafía aglutinada del latín -villa longa-, con el significado de «villa larga». El primitivo Vilallonga se transformó en Villalonga, especialmente en el antiguo reino de Valencia y en Mallorca. Hoy es apellido poco frecuente, con su principal asiento en Baleares, y menor presencia en Barcelona, Castellón, Valencia, etc. Como Vilallonga aparece entre los repobladores de Onda (Castellón), en 1310.