
Apellido, frecuente y repartido por España, si bien es recurrente sobre todo en Aragón, Barcelona y Comunidad Valenciana, procedente de una variante del latín –rubeus-: “rubio, rojo”. Según los principales tratadistas, los más antiguos Royo eran originarios de Francia, desde donde pasaron a Aragón en tiempos de la Reconquista. Miguel Royo era Jurado en Zaragoza en 1288, y como tal, infanzón, siendo padre de Juan Royo, que pasó a Castellote (Teruel), en 1315. Nieto de éste último fue Juan Royo Lánguera, que fue Teniente del castillo de Morella (Castellón).