
Muy antiguo apellido, relativamente frecuente y repartido por España, con sus principales asientos en Madrid, Murcia, Barcelona, Ciudad Real, Cuenca, Valencia y Córdoba, siendo notable su presencia en Huelva, Alicante, Zaragoza, Albacete, Toledo y Sevilla, entre otras provincias. Procede del sustantivo castellano –rabadán-, (del árabe rabb al-da´n, “señor de los carneros”), apodo que tenía antiguamente la acepción de “zagal”, es decir, “auxiliar del pastor, que a menudo era un muchacho de corta edad”. Hubo, por tanto, distintas familias de este apellido, no emparentadas entre sí.