
Apellido, poco frecuente y repartido por España, con su principal asiento en la provincia de Zaragoza y notable presencia en Barcelona, Madrid, Castellón, Valencia, Huesca, Sevilla y Tarragona. Procede de la antigua voz catalana y aragonesa –carnicer-, “persona que sacrifica animales y vende su carne”, que en el área lingüística catalana evolucionó a Carnicé y Carnisser, y en Aragón originó, además, el apellido Carnicero.