
Muy antiguo apellido, relativamente frecuente y repartido por España, si bien se registra, sobre todo, en Catalunya, Comunidad de Valencia y Baleares. La voz latina –ferrum-, “hierro” originó varios apellidos, nacidos del nombre dado a profesiones relacionadas con dicho metal. Aparece, por tanto, el apodo -ferrer- en tiempos muy remotos, pues fue la de –ferrer- una profesión de suma importancia antiguamente. Hubo, en consecuencia, distintas familias Ferrer, no emparentadas entre sí. El apellido se extendió, principalmente, por Catalunya, Aragón, Valencia y Mallorca, pero su difusión alcanzó a otras regiones de España.