
Apellido origen toponímico, poco frecuente y registrado sobre todo en Barcelona, Castellón y Valencia, siendo menor su presencia en Lleida, Tarragona, Girona, Baleares, Alicante, Teruel, Madrid, etc. Procede de lugares como Montoliu de Segarra o Montoliu de Lleida (Lleida), cuyo étimo es el latín -monte olivi-, “muntanya de l´olivera”.