Antiguo apellido andaluz de origen toponímico, bastante frecuente y repartido por España, con sus principales asientos en Barcelona, Madrid, Almería y Las Palmas. Tuvo su origen en el topónimo Cazorla, nombre de una población y de una sierra en Jaén. Fue Cazorla la antigua Argentaria, siendo poblada por los romanos con el nombre de Carcesa, arabizado en Cazorla. Se tiene por los más antiguos Cazorla a caballeros del linaje asturiano de los Fernández de Leyguarda, que poblaron Cazorla, de donde tomaron el nombre por apellido, siendo, según antiguas crónicas, uno de los doscientos linajes escogidos por el rey Fernando III, “el Santo”, para acompañarlo a la conquista de Sevilla. Tuvieron los Cazorla antiguas y nobles casas en Andalucía y Castilla. Así, ante la Real Chancillería de Granada probaron su condición de hidalgos: Andrés de Cazorla, vecino de Sevilla, en 1549; Bartolomé Cazorla, vecino de Marchena (Sevilla), en 1757; Isidro Francisco Cazorla, vecino de Marchena, en 1756; Pedro de Cazorla, vecino de Sevilla, en 1549, y Gaspar Martínez de Cazorla, vecino de Ugíjar (Granada), en 1773. Ante la Real Chancillería de Valladolid hizo la misma probanza, Francisco Ortiz de Cazorla, vecino de Dueñas (Palencia), en 1512. Pedro Merlín Cazorla fue peón de la compañía del capitán Escalante en la conquista de Tenerife. Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Cazorla, en primer lugar: En campo de azur, tres bandas, de plata. Bordura de gules, con ocho aspas de oro.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

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