Apellido, relativamente frecuente y repartido por toda España, con sus principales asientos en Sevilla, Madrid, Barcelona, Cádiz, Huelva, Córdoba, Badajoz, Valencia, Murcia, Alicante, Ciudad Real, etc. Procede, en parte, de un antiguo nombre de bautismo de carácter afectivo, derivado del latín –carus-, “querido amado”, acepción que también tenía antiguamente el adjetivo castellano “caro”. Por otra parte, la voz vasca –karo (caro)- dio origen, también en parte, a familias apellidadas Caro, con antiguas casas en las Encartaciones de Vizcaya. Caballeros de este apellido se hallaron combatiendo contra los moros en la batalla de Las Navas de Tolosa (Jaén), en 1212, junto al rey Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra y Pedro “el Católico”. Andrés Caro se halló en la toma de la ciudad de Lorca (Murcia), en 1243, en compañía del rey Alfonso X, quedando allí heredado. En el antiguo Reino de Valencia hubo familias Caro con casas en Alcúdia de Carlet (1337), Valencia (1354-73), Onda ( 1379), Morvedre, Ontininyent, Xátiva (1421), etc. En Aragón, según el censo de hogares de 1495, había casas de Caro en Calatayud, Mara, Villarroya de la Sierra, Alberite de San Juan, Aniñón, Rubielos de Cérida y Bañón. Portadores de este apellido probaron su nobleza en las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada, ante la Real Audiencia de Aragón, para su ingreso en las antiguas Órdenes Militares, etc.
Armas.- Unos Caro, trajeron: De plata, con una cruz floreteada de sable y ocho calderos del mismo color puestos en orla.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

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