Antiguo apellido, muy extendido por España, procedente el topónimo Bonilla, nombre de dos localidades españolas: Bonilla (Cuenca) y Bonilla de la Sierra (Ávila), cuyo étimo, según Corominas, podría ser el árabe -buna él-läh-, “la notable fortificación”. Sin embargo, para los filólogos vascos –bonilla-, en vascuence, significa “pastizal”. Hubo antiguas casas de Bonilla en La Rioja, Vizcaya, Ávila, Cataluña, y Andalucía. Se sabe que las casas que existieron en las provincias de Valladolid, Zamora y Salamanca salieron de la casa solar de Ávila. Los Bonilla se hallaron entre los caballeros que, al servicio de Fernando III, tomaron la ciudad de Sevilla a los moros, en 1248. Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía, entre otros Bonilla: Sancho de Bonilla, vecino de Valdestillas (Valladolid), en 1525; Diego de Bonilla, vecino de Carvajales, en 1575; Francisco Bonilla, Capitán de Caballos y vecino de Rueda (Valladolid), en 1733, y Antonio y Cristóbal de Bonilla, vecinos de Ventosa, en 1620. Y ante la Real Chancillería de Granada lo hicieron, entre otros: Gonzalo de Bonilla Barba, vecino de Guadalcanal (Sevilla), en 1577; Diego de Bonilla y Platero, vecino de Cuenca, en 1536, y Lázaro Bonilla y San Juan, vecino de Osuna (Sevilla), en 1805. Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, recoge, en primer lugar: Cuartelado: 1.º y 4.º, de oro, con una cruz de gules, floreteada y hueca, y 2.º y 3.º en gules, un león rampante, de oro. Bordura de oro, con ocho aspas de gules.
Extracto de la información contenida en la lámina de este apellido editada por Instituto de Historia Familiar.

Para obtener información sobre cómo conseguir su árbol genealógico familiar visite: www.heraldicafamiliar.com